Conocido también como “Rye whisky”, es una variedad que proporciona unas notas y gusto al paladar realmente peculiares. Aunque su denominación te resulte lejana y extraña, el whisky de centeno está mucho más presente en tu alrededor de lo que imaginas.
Jim Beam es un claro ejemplo de ello, y es que, a pesar de tratarse de un whisky tradicionalmente americano y centrado en mantener como mínimo una proporción del 51% de centeno en su composición, este tipo de whiskies se fabrica también más allá de sus fronteras, como Canadá.
Si quieres saber más sobre el whisky de centeno, permítenos que te sigamos mostrando algunas de sus peculiaridades, así como las principales características que lo han llevado a convertirse en uno de los tipos de whisky más populares.
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¿Qué es el whisky de centeno?
El Rye Whisky, es un tipo de licor que se fabrica, en vez de empleando como materia prima el maíz o la cebada malteada, a base de centeno. Un tipo de grano muy común y asequible décadas atrás en Estados Unidos, país donde comenzó a elaborarse este elixir.
Es más, para que se denomine oficialmente que un licor es whisky de centeno deben cumplirse la ley de proporción, donde el 51% ha de ser centeno y, además, su envejecimiento en barrica sea superior a los dos años.
Muchos lo asemejan con el bourbon, pero no precisamente por el sabor que proporciona en el paladar, sino por la facilidad con la que se pueden relacionar ambos procesos de destilado y preparación. El bourbon es más dulce, mientras que el Rye whisky posee la particularidad de ser un licor mucho más intenso y con un marcado toque a cereal. Existen dos variedades en cuanto a su producción en Estados Unidos:
- Straight Rye. Un tipo de whisky madurado como mínimo 2 años.
- Bottled in bond. Un whisky de Centeno que madura mínimo 4 años en barricas que están bajo la supervisión del gobierno.
Obviamente, cada país determina las normas por las que se determina si es o no un whisky de centeno. Canadá por ejemplo, permite envejecer el Rye whisky en barricas usadas y sin tostar, mientras que el periodo mínimo de envejecimiento pasa de 2 años a 3.
¿Cómo se hace?
El proceso de elaboración del whisky de centeno es relativamente parejo al de otros tipos de whisky, donde es imprescindible seleccionar la mejor materia prima para obtener los mejores resultados. En este caso, el agua y el centeno son dos pilares fundamentales.
Tras la destilación del whisky, se deja madurar en barricas nuevas ligeramente quemadas, aunque ya viste anteriormente que, según la normativa de cada país y las propias preferencias de la marca, este tipo de detalles varían notablemente.
Muchas destilerías optan por reutilizar las barricas, incluso variando el tipo de madera y evitando quemarlas. Son simplemente detalles que relacionan el resultado a sus marcas. El whisky de centeno es realmente amplio en lo que respecta a proceso de fabricación y permite cierta libertad para innovar.
En Estados Unidos es necesaria una proporción mínima del 51% de centeno, sin embargo, los rasgos únicos de cada tipo de destilado provienen también del otro 49% en el que se puede añadir cualquier otro grano, como el trigo o la cebada.
Recomendaciones para tomarlo
Para poder saborear un buen whisky de centeno, o Rye whisky, lo mejor que puedes hacer es probarlo antes sin nada más que el propio licor, para notar su toque y aroma de forma natural. Si te resulta excesivamente fuerte, puedes incorporar un chorrito de agua.
Otros prefieren una piedra de hielo que bañe el whisky, para conseguir enfriarlo y hacer que su paso por el paladar sea más refrescante a la vez que potente. Sobre esta norma no hay nada escrito, pero es evidente que el hielo en un whisky siempre ha congeniado a la perfección.
En el mundo de la coctelería, el whisky de centeno ha ido superando al bourbon, ya que en esta ocasión obtendrás un sabor mucho más afrutado y potente, al evitar que el dulzor se apodere de la bebida.
Conocido también como “Rye whisky”, es una variedad que proporciona unas notas y gusto al paladar realmente peculiares. Aunque su denominación te resulte lejana y extraña, el whisky de centeno está mucho más presente en tu alrededor de lo que imaginas.
Jim Beam es un claro ejemplo de ello, y es que, a pesar de tratarse de un whisky tradicionalmente americano y centrado en mantener como mínimo una proporción del 51% de centeno en su composición, este tipo de whiskies se fabrica también más allá de sus fronteras, como Canadá.
Si quieres saber más sobre el whisky de centeno, permítenos que te sigamos mostrando algunas de sus peculiaridades, así como las principales características que lo han llevado a convertirse en uno de los tipos de whisky más populares.
¿Qué es el whisky de centeno?
El Rye Whisky, es un tipo de licor que se fabrica, en vez de empleando como materia prima el maíz o la cebada malteada, a base de centeno. Un tipo de grano muy común y asequible décadas atrás en Estados Unidos, país donde comenzó a elaborarse este elixir.
Es más, para que se denomine oficialmente que un licor es whisky de centeno deben cumplirse la ley de proporción, donde el 51% ha de ser centeno y, además, su envejecimiento en barrica sea superior a los dos años.
Muchos lo asemejan con el bourbon, pero no precisamente por el sabor que proporciona en el paladar, sino por la facilidad con la que se pueden relacionar ambos procesos de destilado y preparación. El bourbon es más dulce, mientras que el Rye whisky posee la particularidad de ser un licor mucho más intenso y con un marcado toque a cereal. Existen dos variedades en cuanto a su producción en Estados Unidos:
- Straight Rye. Un tipo de whisky madurado como mínimo 2 años.
- Bottled in bond. Un whisky de Centeno que madura mínimo 4 años en barricas que están bajo la supervisión del gobierno.
Obviamente, cada país determina las normas por las que se determina si es o no un whisky de centeno. Canadá por ejemplo, permite envejecer el Rye whisky en barricas usadas y sin tostar, mientras que el periodo mínimo de envejecimiento pasa de 2 años a 3.
¿Cómo se hace?
El proceso de elaboración del whisky de centeno es relativamente parejo al de otros tipos de whisky, donde es imprescindible seleccionar la mejor materia prima para obtener los mejores resultados. En este caso, el agua y el centeno son dos pilares fundamentales.
Tras la destilación del whisky, se deja madurar en barricas nuevas ligeramente quemadas, aunque ya viste anteriormente que, según la normativa de cada país y las propias preferencias de la marca, este tipo de detalles varían notablemente.
Muchas destilerías optan por reutilizar las barricas, incluso variando el tipo de madera y evitando quemarlas. Son simplemente detalles que relacionan el resultado a sus marcas. El whisky de centeno es realmente amplio en lo que respecta a proceso de fabricación y permite cierta libertad para innovar.
En Estados Unidos es necesaria una proporción mínima del 51% de centeno, sin embargo, los rasgos únicos de cada tipo de destilado provienen también del otro 49% en el que se puede añadir cualquier otro grano, como el trigo o la cebada.
Recomendaciones para tomarlo
Para poder saborear un buen whisky de centeno, o Rye whisky, lo mejor que puedes hacer es probarlo antes sin nada más que el propio licor, para notar su toque y aroma de forma natural. Si te resulta excesivamente fuerte, puedes incorporar un chorrito de agua.
Otros prefieren una piedra de hielo que bañe el whisky, para conseguir enfriarlo y hacer que su paso por el paladar sea más refrescante a la vez que potente. Sobre esta norma no hay nada escrito, pero es evidente que el hielo en un whisky siempre ha congeniado a la perfección.
En el mundo de la coctelería, el whisky de centeno ha ido superando al bourbon, ya que en esta ocasión obtendrás un sabor mucho más afrutado y potente, al evitar que el dulzor se apodere de la bebida.